Ya ha muerto Francis Drake, corsario británico que había atacado en varias ocasiones las costas gallegas y sin que apenas medie tiempo que permita olvidar sus ataques y restablecerse de sus consecuencias, las mismas costas se vuelven objetivo apetecible para los piratas turcos y berberiscos del Imperio Otomano del sultán Ahmed I.
En 1617 una amplia flota turca inicia una ofensiva contra las costas italianas. Aprovechando el trayecto tendría lugar el ataque a las costas gallegas. Parte de esos navíos alcanzan el abrigo de las Islas Cíes el lunes 4 de diciembre de 1617.
Dibujo de la ría de Vigo que realiza el cartógrafo portugués Pedro Teixeira Albernaz en 1634 y que forma parte de una colección de dibujos de todas las rías gallegas.
Imagen tomada del blog https://abelgalois.blogspot.com/2008/09/o-cartgrafo-pedro-teixeira.html
Pdf con la serie completa en http://culturagalega.gal/imaxes/docs/teixeira.pdf
Mi agradecimiento a la autora de las páginas www.abelgalois.blogspot.com y www.abelgalois.wordpress.com.
Intentan atacar la vecina villa de Vigo, disparando artillería y tratando de desembarcar en Bouzas, pero la villa resiste las distintas embestidas, destacando en la defensa de esta, los capitanes Álvaro Pérez de Ceta y Diego Grijalba.
Así con Vigo bien
fortificado, los árabes ceden en su tentativa y deciden intentarlo en las
tierras de la otra orilla de la ría.
Hay quien sostiene
que son los mismos gallegos, anteriormente apresados quienes guían a los turcos
a las costas gallegas, con la intención de huir en el desembarco, quizá
imaginando que los atacantes serían derrotados y que ellos podrían ser libres
en su tierra natal.
Algunos vecinos
de la villa, arropados por Pedro Bermúdez, Pedro Costa, o el alférez Domingo Prego de Montaos intentan
hacerles frente, pero Cangas no contaba con defensas y la respuesta de los
vecinos -casi la totalidad de ellos sin conocimiento militar- fue insuficiente,
por lo que, tal como lo sucedido en Domayo, los piratas no encontraron
excesivas dificultades.
El pueblo es saqueado e incendiado y la población
diezmada. Muchas mujeres son violadas. Algunos huyen a los montes cercanos.
Otros son apresados, otros muertos o mutilados.
Según lo recogido en un documento existente en el archivo municipal de Santiago, Cangas contaba en 1617 con dos capitanes: Pedro Costas y Pedro Bermúdez; dos alféreces de milicias: Domingo Pérez y Domingo Rodal; un familiar del Santo Oficio: Juan de Refojos; un Juez principal; Diego Vélez de Guevara; un Teniente de Juez: Juan Gago Figueroa; tres Regidores: Domingo Pérez, Pedro de Salamanca y Pedro de Abreu; un alguaci; Gonzalo de Miranda; dos escribanos de oficio: Juan de Vega y Juan de Oitavén; y cuatro Racioneros de la Colegiata: Carballo Machado, Bartolomé Vidal, Bartolomé Refojos y San Juan Suárez.
[…] el lunes pasado que se contaron quatro dias deste presente mes de diciembre e año de seiscientos y diez é siete an aportado y dado fondo en las islas de Sias quesse dizen de Bayona una esquadra de honze nabes gruesas de piratas corsarios turcos y moros los cuales de alli se entraron en la ria adentro de esta villa y de Bigo e Boças y el biernes luego siguiente que se contaron ocho del dicho mes y año salieron en tierra en la feligressia de San Pedro de Domayo jurdizion desta villa en donde se le rresistió por los capitanes y gente de la dicha felegressia y sin embargo an quemado parte de la dicha felegressia y cautibado y muerto siete personas della e de alli se vinieron á surgir y dar fondo el dicho dia á la playa é puerto desta dicha villa en donde el sábado siguiente a las siete de la mañana acometieron hesta dicha villa y saltaron en tierra con lanchas dando el favor para ello las dichas naves con la mucha artilleria que an disparado mas de mill moros y turcos mosqueteros armados con coseletes y otros con flechas lasças y alfanges á cuya potencia no se pudo rresistir por la gente de la dicha villa e su tierra que estava en su defenssa por ser Puerto maritimo sin muralla, artilleria, fuerte ni defenssa alguna y quemaron y rrobaron la yglesia colegial y hospital de la dicha villa e todas las ymagines hizieron pedaços con las campanas de la dicha yglessia y los ornamentos, y plata que en ella avia la an llebado y asi mesmo an rrobado toda la dicha villa y quemado y destruido las tres partes della y quemado y destruido las tres partes della y las casas mas prencipales y de la gente mas prencipal y rrica que en ella avia y an muerto mas de cien perssonas con muchas heridas y cuchilladas que le an dado y cautivado otros mas de ducientas perssonas hombres y mugeres y niños desta dicha villa que era de las prencipales del rreino de mas de quatro cientos vecinos y muchos dellos personas rricas quedó perdida asolada y despoblada y la gente que a quedado tan pobre y necesitada que no les a quedado un vestido que echar sobressi ellos ni su mugeres y familia ni otra cossa de que balerse en que su magestad a perdido de alcabalas, sissas, sal, servicio hordinario, bulas y otros tributos que se le pagan mas de ssetenta mill reales cada un año, y para que dello conste á Vuestra merced pido e suplico mande […]
Más información sobre este tema, en la web adefensadavila.com
Además detalla muertos, cautivos y casas quemadas, tal que:
Pedro Costas Franco, capitán. Mosquetazo
y dos cuchilladas, una en garganta, otra en cara.
Catalina Núñez, vda. Tres cuchilladas. Le cortan brazo y
pierna.
Margarida Solla, vda. Cuchillada en garganta. Le cortan un
brazo.
María Solla, hija de Margarida Un
mosquetazo y una cuchillada en la cabeza.
Gonzalo de Miranda,
alguacil. Tres
cuchilladas. Dos en cabeza, una en garganta,
Ylbira de Fuentefría, casada con Juan Bretón Tres cuchilladas. Degollada. Le cortan
una mano.
Ysabel López, vda. Mosquetazo
y dos cuchilladas. Le cortan brazo y pierna.
Beatriz de Bayona, vda. Tres
cuchilladas.
Juan de Bon Mosquetazo y
dos cuchilladas en la cabeza.
María de Bon casada con Juan
de Bon. Flechazo en el pecho y cuchillada en garganta.
Juan Gago Dos
flechazos y cuchillada en garganta.
Catalina Rodríguez Tres
cuchilladas. Le cortan un brazo.
Dominga Noble Dos
cuchilladas en cabeza.
Domingos Fernández Le cortaron las piernas.
Constanza de Lemos Cinco cuchilladas. Le quitaron los
pechos.
Teresa Bernárdez Dos
cuchilladas. Una en cabeza, otra en la cara.
Maria de Gandon Dos
cuchilladas en la cabeza y una estocada en el pecho.
Juan de Rial Un
balazo de mosquete.
Domingos Dorden Un
flechado y una cuchillada en la a cabeza.
Dominga de Marcos Dos
cuchilladas, una en la cabeza, y otra en un brazo.
Domingos Fernández Le
cortaron las piernas.
Fernando de San Pedro Un
flechazo y dos heridas; una en la garganta, otra en la cabeza.
María de Madanela Un
balazo de mosquete.
María de Nerga Un
flechazo y otra herida en la cabeza.
Alonso de Herbello Tres
heridas en la cabeza y hombros.
María Rodríguez, mujer de Alonso de Herbello Dos heridas en la cabeza y rostro.
María de Ferradás Muchas
heridas.
La hija de María de Ferradás Muchas
heridas.
Juan de Souto Dardan Un
mosquetazo. Le cortan el brazo y la cabeza.
Gonçalo de Moledo Tres
cuchilladas en cabeza y pecho.
Gregorio Pérez Un
flechazo.
Madanela Filgueira Dos heridas en cabeza.
María de Domaio Dos
cuchilladas. Le quitaron ojos y lengua.
Juan de Refojos, familiar del Sto. Oficio Un balazo en
el pecho y dos cuchilladas.
Domingo Pérez Hurtado, alférez. Tres
cuchilladas. Dos en la cabeza y otra en la garganta.
María de Junqueras Una
estocada en la garganta y una cuchillada en la cabeza.
Bartolomé de Refojos Dos
flechazos en los pechos y dos cuchilladas en la cabeza.
Pedro de Billarino Dos
flechazos en los pechos.
Como
todas las declaraciones son prácticamente idénticas, a modo de ejemplo la de
Álvaro de Aballe fue
Información.— Testigo el dicho Albaro davalle
clérigo canónigo de la catedral yglesia de la ciudad de Orense, que a visto y
vió como el lunes passado que se contaron quatro días deste presente mes y año
llegaron á las yslas de Sias que se dizen de Bayona questan cerca desta villa
de Cangas onze nabios grandes que luego se dijo heran de moros é turcos y que
benian á rrobar la tierra y cautivar la gente della y aunque los capitanes de
la dicha villa é tierra han hecho juntar la gente de sus compañias en la dicha
villa é rrepararla lo mejor que pudieron el juebes siguiente que se contaron
siete deste dicho mes los dichos onze nabios se entraron dentro de la dicha
rria desta dicha villa de Vigo é Boças y el viernes siguiente hacharon mucha
gente en tierra en la felegressia de Domayo jurdicion de la dicha y aunque por
la gente de la dicha felegressia y de las dichas compañias an procurado
rresistille sin embargo an quemado parte de la dicha felegressia y cautibaron é
mataron siete personas della.—E luego en el mesmo dia
se vinieron los dichos onze nabios á surgir é dar fondo en la playa e puerto desta
dicha villa de Cangas y al otro dia sabado luego siguiente siendo las siete ó ocho
de la mañana bió el testigo por vista de sus ojos como siete lanchas hecharon
de los dichos nabios en tierra mucha cantidad de gente de los dichos nabios en
la playa de Rodeira que está junto é pegado con la dicha villa debaxo la
artilleria que disparaban los dichos nabios lo mesmo hecharon otras quatro
lanchas en la punta de balla arrodeando con la dicha gente en la dicha villa y
aunque la gente que en ella hestaba ha procurado su defensa no ha podido
deffendersse por ser la dicha villa y puerto abierto sin muralla artilleria ni
defenssa alguna sino hes de la gente de la dicha villa y su tierra y los
henemigos muchos por cuya causa los dichos moros é turcos que le parece al
testigo serian mas de mill personas y algunos dellos armados con sus cosseletes
y muchos mosquetes y flechas y otros con medias lanças y otras armas que traian
entraron en ladicha villa é quemaron parte de la yglesia colesial della donde
hay un Prior con seis rracioneros cortaron e quemaron las imagines é cruces,
retablos, e campanas que en ella auia e lleuaron los hornamentos, frontales
lámparas y mas plata que tenia y ansi mesmo quemaron el hospital de la dicha
villa donde se acoxian los pobres della e peregrinos que á ella venian.—E lo mesmo rrobaron el dicho pueblo e bienes
que en el auia y quemaron mas de ciento y cinquenta cassas que heran las
mejores y de los hombres mas rricos de la dicha villa y las que tenian el dicho
lugar en ser y an muerto y cautibado las personas contenidas en el dicho
memorial que le fue mostrado al testigo á los quales dize conocia mui bien y á
los dichos muertos el testigo vio enterrar algunos dellos y se hallaron en
ellos las heridas e cuchilladas que rrefiere el dicho memorial.—Con lo qual la dicha villa quedó tan
deshecha y arroinada é los moradores que en ella an quedado tan pobres y
necesitados que en ella no pueden bivir ni rresidir sino hes que tengan ayuda
para que se puedan rrestaurar y alguna defensa para lo adelante ansi para el
dicho pueblo por tener de bezindad mas de quatrocientos vecinos como para el
rreparo e seguridad de los nabios que á el se acoxen por ser puerto maritimo y
se deshará de todo punto el dicho lugar y esto lo sabe el testigo por se aver
allado presente á la dicha ocasión é ver la ruina y quema é destruicion del
dicho Pueblo el qual balia cada un año á su magestad según hes notorio de
alcabalas sisas servicio hordinario, sal, bulas y otros pechos que en el se
pagan mas de sesenta mill rreales y esto hes lo que save y á visto del dicho
negocio y lo que rresponde al dicho pedimento y memorial so cargo de su
juramento en que se afirmó é rrateficó y firmó de su nombre dijo ser de hedad
de mas de sesenta años y no le tocan las generales de alli y el dicho juez lo
firmó de su nombre.—Juan Gago
Figueroa.—El canónigo Alvaro
daballe comisario apostólico.—Pasó
ante mi Juan doitauen escrivano.
E lo mesmo robaron el dicho pueblo y villa con la yglessia é
felegressia de santa Maria de Darbo su anejo […]
El saldo final aproximado del ataque es el
incendio del pueblo; casas, iglesia, hospital y de una población que rondaría
los 400 habitantes, 100 muertos y 200 cautivos.
A los muertos
directos del ataque, habría que sumarle los fallecidos en las semanas
siguientes a consecuencia de la desolación en que queda Cangas, sin casas, sin
campos, sin ganado…
Entre los ochenta
y dos cautivos que se relacionan figura el escribano Juan Veiga y el capitán Domingo Prego de Montaos, además de mujeres,
hombres y niños.
Relaciona a continuación los daños
causados. Quemaron además del retablo de la Colegiata y algunas imágenes de
culto, el coro, la sacristía, torre de campanas y reloj, cifrando esas perdidas
en más de cuatro mil ducados sin los ornamentos.
Robando
“diez quintales de cera de siete cofradías, cinco pendones de damasco de
colores con sus cruses de plata de serbicio de las dichas cofradías con muchos
vestidos de sseda de las ymagines de nuestra señora del rrosario y de la paz,
frontales de seda y otros ornamentos de valer todo ello de mas de mill ducados.
Lo mesmo quemaron un hospital que avia en la dicha villa con su capilla y
rretablo y muchas ymagines y dél llebaron y robaron setenta libras de sera
labrada veinte arrobas de azeite muchas mantas y sabanas de servicio del dicho
hospital dos bestidos de seda de la ymágen de nuestra señora con su corona de
plata de valor todo ello con los hornamentos que en el dicho hospital avia de
mas de quinientos ducados”.
A continuación se relacionan las
casas quemadas, que en dicho texto suman 140 casas quemadas, entre las que
están todas las de los distintos racioneros de la Colegiata y la de María
Soliña.
María Soliña era la viuda del
pescador Pedro Barba y hermana de Antonio Soliño, igualmente pescador. Ambos
fallecidos en Domayo, donde fue llevado como prisionero un sobrino.
Cuatro años después sería juzgada,
privada de sus bienes y sentenciada por brujería.
Nota: Juan da Veiga, escribano, otorgó testamento en Alger (Argelia) donde
se hallaba cautivo aún en 1619.